3 consultas más frecuentes para el ortopedista pediátrico
¡Has llegado al lugar correcto! Si estás preocupada por la salud ósea de tus hijos, no puedes perderte esta lista de las 3 consultas más comunes para el ortopedista pediátrico.
1) ¡Ayuda! Mi hijo se cae constantemente.
Es natural que nos preocupemos cuando nuestros hijos parecen ser propensos a los accidentes, especialmente si se caen constantemente. Aunque las caídas son comunes en los niños, es importante entender por qué algunos niños pueden ser más propensos a estos incidentes y cómo podemos fortalecer sus huesos para evitar lesiones.
En primer lugar, es esencial reconocer que los niños están en constante crecimiento y desarrollo. Durante esta etapa, su coordinación motora y equilibrio todavía se están perfeccionando, lo que puede hacer que sean más propensos a tropezar y caer. Además, su curiosidad natural y su deseo de explorar el mundo que les rodea a menudo los lleva a correr, saltar y trepar, lo que aumenta el riesgo de caídas.
Sin embargo, hay algunas medidas que puedes tomar para fortalecer los huesos de tu hijo y reducir el riesgo de lesiones.
Aquí hay algunos consejos prácticos:
- Alimentación equilibrada y rica en calcio: Asegúrate de que tu hijo reciba una dieta balanceada y adecuada en nutrientes, especialmente calcio y vitamina D. Estos dos nutrientes son fundamentales para el desarrollo óseo y pueden ayudar a fortalecer los huesos. Incluye alimentos como leche, yogur, queso, brócoli, espinacas y salmón en su alimentación diaria.
- Actividad física regular: Fomenta la práctica de actividades físicas que promuevan el equilibrio, la fuerza muscular y la coordinación. Ejercicios como montar en bicicleta, nadar, practicar yoga o participar en deportes pueden ayudar a mejorar la estabilidad y reducir el riesgo de caídas. Además, el ejercicio regular contribuye al desarrollo general de los huesos y los músculos.
- Seguridad en el hogar: Asegúrate de que tu hogar sea un entorno seguro para tu hijo. Instala rejas de seguridad en las escaleras, coloca protectores en las esquinas de los muebles, utiliza alfombras antideslizantes en los pisos y mantén los objetos peligrosos fuera de su alcance. Estas precauciones pueden ayudar a prevenir caídas accidentales dentro de casa.
- Enseñanza de habilidades: Enséñale a tu hijo habilidades básicas de seguridad, como cómo caminar de manera segura en diferentes superficies, cómo subir y bajar escaleras con precaución y cómo protegerse al jugar al aire libre. Al proporcionarles estas habilidades, estarás fortaleciendo su confianza y capacidad para evitar caídas.
- Supervisión activa: Mantén una supervisión activa sobre tu hijo, especialmente cuando están jugando en áreas desconocidas o participando en actividades más riesgosas. Asegúrate de que estén utilizando equipo de protección adecuado, como cascos al andar en bicicleta o patinar, y mantén un ojo atento para prevenir situaciones peligrosas.
Recuerda que las caídas son parte normal del crecimiento y desarrollo de un niño.
2) ¿Mi hijo o hija tiene pies planos?
Cuando observas los pies de tu hijo, es posible que hayas notado un arco bajo o prácticamente inexistente. Esta característica puede generar preocupación y la pregunta: ¿mi hijo tiene pies planos? .
¿Qué son los pies planos?
Los pies planos, también conocidos como pie plano flexible, se refieren a una condición en la cual el arco interno del pie está colapsado o muy cerca del suelo. En los pies arqueados, existe un espacio natural entre el suelo y el arco interno del pie. Sin embargo, en los pies planos, este arco se encuentra disminuido o ausente.
Determinando si tu hijo tiene pies planos.
Si sospechas que tu hijo tiene pies planos, existen algunos indicadores que puedes observar. Un método comúnmente utilizado es el “test de la huella”. Moja los pies de tu hijo y pídele que pise sobre una superficie plana, como una hoja de papel o una toalla. Luego, observa la huella que queda. Si la huella muestra una forma completa del pie sin una curvatura pronunciada en el área del arco, es posible que tu hijo tenga pies planos. Sin embargo, es importante destacar que los pies de los niños pueden desarrollar arcos a medida que crecen, por lo que es recomendable consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso.
¿Cómo tratar los pies planos en la infancia?
En la mayoría de los casos, los pies planos en la infancia no requieren tratamiento específico, ya que los arcos pueden desarrollarse naturalmente con el tiempo. Sin embargo, si los pies planos causan molestias o problemas adicionales, es importante buscar la opinión de un especialista en ortopedia pediátrica. Algunas recomendaciones generales para tratar los pies planos en la infancia incluyen:
- Observación y seguimiento: Mantén un seguimiento regular del desarrollo de los pies de tu hijo para detectar cualquier cambio o complicación.
- Uso de calzado adecuado: Asegúrate de que tu hijo utilice zapatos que brinden buen soporte y estabilidad. Evita los zapatos sin soporte en el arco o con suelas demasiado flexibles.
- Ejercicios y actividades físicas: Fomenta la participación de tu hijo en actividades físicas que fortalezcan los músculos y ligamentos de los pies, como caminar descalzo sobre superficies irregulares, ejercicios de estiramiento y actividades deportivas de bajo impacto.
- Plantillas ortopédicas: En casos más severos o cuando los pies planos causan dolor o dificultades para caminar, un profesional de la salud puede recomendar el uso de plantillas ortopédicas o soportes para los pies.
- Cirugía (en casos extremadamente raros): En situaciones muy poco frecuentes, cuando los pies planos causan problemas graves y persistentes, se puede considerar la cirugía como último recurso.
Recuerda que cada caso es único, por lo que es esencial buscar la orientación de un profesional de la salud.
3) Mi hijo o hija se queja de dolores en las piernas durante la noche.
Es probable que en algún momento hayas escuchado a tu hijo quejarse de dolores en las piernas durante la noche. Aunque estos dolores pueden ser preocupantes, es importante saber que en la mayoría de los casos se trata del denominado “dolor de crecimiento”.
¿Qué es el dolor de crecimiento en las piernas?
El dolor de crecimiento en las piernas es una condición común que afecta a muchos niños en edad escolar. Se caracteriza por dolores intermitentes, generalmente en los músculos de las piernas, que ocurren principalmente durante la noche o en la tarde. A menudo, estos dolores pueden ser lo suficientemente intensos como para despertar al niño de su sueño.
Causas del dolor de crecimiento:
Aunque la causa exacta del dolor de crecimiento no se conoce completamente, los expertos creen que puede estar relacionado con el crecimiento y desarrollo rápido de los huesos, músculos y tejidos en las piernas durante la infancia y la pubertad. Esto puede generar tensión en los músculos y causar molestias. Factores como la fatiga, el exceso de actividad física y el estrés emocional también pueden desencadenar o empeorar los síntomas.
Cómo aliviar el dolor de crecimiento:
Afortunadamente, hay varias medidas que puedes tomar para aliviar el dolor de crecimiento en las piernas de tu hijo:
- Masajes suaves: Realizar masajes suaves en las piernas de tu hijo antes de acostarse puede ayudar a relajar los músculos y reducir la incomodidad.
- Calor local: Aplicar compresas tibias o utilizar una botella de agua caliente envuelta en una toalla en las áreas afectadas puede proporcionar alivio.
- Estiramientos suaves: Enseña a tu hijo algunos ejercicios de estiramiento suaves para realizar antes de dormir. Estos estiramientos pueden ayudar a reducir la rigidez muscular y disminuir el dolor.
- Medicamentos de venta libre: Consulta con el pediatra sobre la posibilidad de utilizar analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno, para aliviar el dolor ocasional. Sin embargo, siempre sigue las indicaciones y dosis adecuadas.
¿Cuándo consultar a un ortopedista pediátrico?
En la mayoría de los casos, el dolor de crecimiento no es motivo de preocupación y desaparece por sí solo con el tiempo. Sin embargo, en algunas situaciones, puede ser necesario buscar atención médica especializada. Considera programar una consulta con un ortopedista pediátrico si:
- El dolor es persistente y afecta la calidad de vida de tu hijo.
- El dolor se presenta durante el día y dificulta la actividad física normal.
- El niño experimenta hinchazón, enrojecimiento o sensibilidad en las piernas.
- El dolor se localiza en una sola pierna.
Recuerda que en Clínica Pediátrica Kidoz contamos con el servicio de ortopedia pediátrica.