Las pesadillas son una parte normal de la infancia. Pueden ser perturbadoras y aterradoras para algunos niños, pero también son una forma de que tu hijo procese sus miedos y procese el mundo que le rodea. Las pesadillas pueden estar causadas por el estrés, la falta de sueño o incluso los alimentos que ingiere antes de acostarse. Esto es lo que debe saber sobre el miedo nocturno y cómo puede ayudar a su hijo a afrontarlo.
¿Qué son los terrores nocturnos?
Los terrores nocturnos son sucesos aterradores que ocurren por la noche y hacen que los niños parezcan inconscientemente despiertos pero incapaces de responder a su entorno. Los niños que experimentan terrores nocturnos pueden agitarse, gritar o pedir ayuda, pero no son conscientes de lo que ocurre. Estos episodios suelen durar sólo unos minutos, pero el niño puede sentirse confuso y molesto al día siguiente cuando recuerda lo que ha pasado.
No se conocen las causas de los terrores nocturnos en los niños. Sin embargo, es importante que los padres y cuidadores sepan distinguir entre las pesadillas y los terrores nocturnos para poder ayudar al niño a afrontar estos sucesos aterradores de forma adecuada. Los terrores nocturnos suelen ocurrir durante el sueño no REM (etapas 1 a 4), mientras que las pesadillas suelen ocurrir durante el sueño REM (etapa 5).
¿Cómo puedo saber si mi hijo tiene Miedo Nocturno?
Hay algunas señales que indican que su hijo puede estar sufriendo miedo nocturno:
-Se despierta a menudo durante la noche y le cuesta volver a dormirse
-Tiene miedo a quedarse solo por la noche
-Teme que le ocurra algo malo si se queda dormido.
¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hij@?
En primer lugar, deberás asegurarte de que duerme lo suficiente por la noche. Esto puede ser especialmente complicado si tu hijo tiene problemas para conciliar el sueño. Si este es el caso, intente establecer una rutina consistente a la hora de acostarse que incluya un baño, la lectura de libros o cuentos con su hijo, y luego darle las buenas noches (arroparlo) antes de salir de su habitación. Si hace estas cosas cada noche antes de acostarse, le ayudará a asociar esas actividades con el hecho de sentirse relajado y preparado para dormir.
Lo siguiente: ¡asegúrate de que no hay ningún monstruo escondido bajo su cama! Puede ser útil que los niños tengan linternas o lámparas de noche para que no sientan que están solos por la noche cuando tengan que levantarse para ir al baño o coger algo de otra habitación. También puedes considerar la posibilidad de comprar un despertador que proyecte estrellas en las paredes y techos para que haya algo bonito y familiar en la habitación