La varicela es una enfermedad infecciosa aguda que se desarrolla debido a la ingestión del virus varicela-zóster y se acompaña de la aparición de ampollas que pican en cualquier parte del cuerpo.
Formas de transmisión de la varicela
El agente causal de la varicela es el virus Varicella Zoster, que pertenece a la familia de los herpesvirus. La varicela se transmite cuando:
- tos;
- estornudos;
- contacto con ampollas.
El virus también se transmite de madre a hijo durante el embarazo. Una persona infectada puede transmitir el virus durante el periodo que comienza uno o dos días antes de que aparezca la erupción y termina cuando todas las lesiones forman costra. Por término medio, las ampollas se secan cuatro o cinco días después de formarse.
Etapas y síntomas de la varicela
El periodo de incubación de la varicela es de 10 a 21 días desde el momento de la infección. El inicio de la varicela se caracteriza por un curso agudo con fiebre alta y una erupción que se extiende rápidamente por todo el cuerpo. El curso de la enfermedad incluye tres etapas.
Las etapas
- Manchas. Dolor, erupción roja o rosada (manchas) en cualquier parte del cuerpo, incluidos los genitales, los ojos y la boca (en la varicela grave).
- Ampollas. Las manchas se convierten en ampollas que pican, que suelen ser redondas, de 5-10 mm de diámetro y pueden reventar (en algunos casos la varicela se produce sin ampollas).
- Costras. Las ampollas son sustituidas por costras escamosas o que producen líquido (a diferencia del sarampión, que es una erupción con manchas sin ampollas).
Además de erupciones cutáneas, la varicela se caracteriza por fiebre y malestar general. Otros síntomas:
- dolor de cabeza;
- pérdida de energía;
- úlceras bucales;
- dolor abdominal;
- pérdida de apetito.
La fase activa de la varicela (ampollas y picor) dura entre 5 y 10 días. En las personas vacunadas, la varicela es más leve y dura menos tiempo que en las no vacunadas.
La varicela grave se caracteriza por un aumento prolongado de la temperatura corporal y una erupción profusa, que puede ir acompañada de mareos, palpitaciones y dificultad para respirar.
Tratamiento de la varicela infantil
El tratamiento de la varicela en los niños por recomendación de un médico puede complementarse con baños calientes calmantes con sosa, avena coloidal, el uso de lociones con calamina, cremas y geles calmantes (alivia el picor). Es importante proporcionar al niño un descanso adecuado, no permitir el sobrecalentamiento (la sudoración aumenta el picor). Para los niños pequeños que pueden rascarse, se recomienda el uso de manoplas especiales.
La base de la prevención de la varicela es la vacunación (dos vacunas con un intervalo de cuatro a ocho semanas). El aislamiento de la persona infectada y el uso sistemático de desinfectantes ayudarán a prevenir la propagación del virus.