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Adenovirus

Los adenovirus son una familia de virus que infectan a personas de todas las edades. Las infecciones por adenovirus suelen afectar a las vías respiratorias superiores. Son más activos a finales de invierno y principio de verano, pero pueden propagarse en cualquier otro tiempo.

Diferentes adenovirus causan enfermedades de distintos órganos y sistemas humanos. Algunas especies provocan infecciones de las mucosas de los párpados, las vías respiratorias y los pulmones, mientras que otras afectan a los intestinos o la vejiga.

Los adenovirus se transmiten de persona a persona de varias formas, como por vía aérea y por contacto (tocando objetos contaminados y luego tocándose los ojos, la nariz o la boca). Algunos adenovirus están presentes en los intestinos y, por tanto, en las heces.

Los bebés (sobre todo los de entre seis meses y dos años) que están en grupos infantiles son los más propensos a infectarse. Los virus también se propagan en escuelas o campamentos de verano. En algunos casos, los niños pueden infectarse a través del agua infectada de la piscina o por compartir una toalla con una persona enferma.


Síntomas de las infecciones por adenovirus

Los signos y síntomas de las infecciones por adenovirus son similares a los del resfriado común. Un niño enfermo puede tener secreción nasal, fiebre, dolor de garganta (faringitis), inflamación de la mucosa del ojo (conjuntivitis), inflamación de los bronquios pequeños (bronquiolitis), neumonía, infecciones del oído medio. Algunos niños tienen una tos grave, como la tos ferina.

Los niños infectados por ciertos tipos de adenovirus pueden desarrollar inflamación del estómago y el tracto intestinal, lo que puede causar diarrea y calambres abdominales (gastroenteritis). Este virus también puede infectar la vejiga, provocando sangre en la orina y dolor al orinar. A veces el virus causa infección del tejido cerebral o de su membrana (encefalitis o meningitis).

Los síntomas aparecen una vez finalizado el periodo de incubación de la enfermedad, que suele oscilar entre 2 y 14 días desde el momento de la infección, y puede variar entre 3 y 10 días en el caso de la gastroenteritis.


Diagnóstico del adenovirus

En la mayoría de los casos, los pediatras hacen un diagnóstico basado en los síntomas. Si la garganta está irritada, el pediatra puede hacer una prueba de estreptococos. Si el niño se encuentra muy mal, el médico puede tomar una muestra de secreciones de la garganta, los ojos y otras partes del cuerpo para realizar pruebas de laboratorio que determinen la presencia de adenovirus. También pueden hacerse análisis de heces, sangre y orina.

Cómo ayudar a un niño con adenovirus

Tu hijo debe guardar el mayor reposo posible y beber mucha agua. Si tiene molestias importantes debidas a la fiebre, puedes darle un antitérmico, pero recuerda que la fiebre es una de las formas que tiene el organismo de combatir los virus.


Cuándo llamar al pediatra

Si su hijo tiene dolor de garganta acompañado de fiebre, póngase en contacto con su pediatra, ya que puede indicar una faringitis aguda.

Llame al pediatra si los síntomas de infección persisten durante varios días, su hijo tiene dificultades para respirar o parece empeorar cada vez más.

Asimismo, no olvide informar al médico si su hijo muestra signos de deshidratación (como disminución de la orina o llanto sin lágrimas).

Tratamiento

Hasta la fecha, no existe un tratamiento específico para los adenovirus. El médico puede sugerir una terapia de apoyo, cuyo objetivo es aliviar los síntomas y facilitar el curso de la enfermedad.

La mayoría de los niños que contraen una infección por adenovirus mejoran en pocos días, aunque la tos y la conjuntivitis pueden tardar más. A veces pueden surgir complicaciones, sobre todo en niños pequeños y en los que tienen el sistema inmunitario debilitado. Entre ellas se incluye la neumonía grave, que puede causar insuficiencia respiratoria o una infección progresiva que provoque daños orgánicos y la muerte.

Prevención de las infecciones por rinovirus

Lavarse las manos con frecuencia puede reducir en gran medida el riesgo de contagio de las infecciones por adenovirus. Los juguetes y otros objetos utilizados por los niños deben estar limpios y desinfectados. Su hijo sólo debe bañarse en piscinas que hayan sido debidamente cloradas.


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