No me gustan las películas de niños. Ese era mi antiguo lema. Y cuando pasaba los canales de fábulas como Discovery o Disney, pensaba para mi mismo; que desperdicio de dinero pagar por esos canales.
Sí, ese era mi pensamiento hasta antes de que naciera nuestro hijo Gabriel, y entonces, como muchas otras cosas, todo cambió.
Hoy, puedo decir que he visto la canción La La La Elmo song en youtube incontable cantidad de veces.
Monster Inc…. ya me aprendí lo diálogos, y no miento si digo que la he visto unas 50 veces junto con Gabriel. Y no puedo dejar de lado Toy Story 1, 2 y 3. Hemos vuelto a ser niños junto con nuestro bebé.
Ahora conozco los nombre de los personajes de las fábulas, desde Thomas hasta Doki… la doctora juguetes? Many y las herramientas? Jake y los piratas? todos desconocidos hasta hace 1 año y medio. Hoy forman parte de nuestro día a día.
Y es que no es que seamos padres irresponsables y solo veamos televisión con nuestro hijo, pero lo cierto es que forman parte del día a día queramos o no. Así como otras fábulas en nuestra época marcaron nuestra infancia.
Comparto este pensamiento, por que a muchos padres les pasa lo mismo, o al menos eso creo. La verdad, ahora adoro las películas para niños, y hasta me detengo aunque no este nuestro hijo en los canales de fábulas, o disfruto aún más cada película para niños.
Todo es parte del fábuloso mundo y experiencia de ser padres…
Saludos de Margoth y Román.
Fundadores de Centro Pediátrico Kidoz.