Siete señales de alerta que hay que tener presentes:
1. Una actitud indiferente o poco compasiva.
Ten en cuenta que estás buscando cuidado médico, no un nuevo amigo. Así que al elegir a tu doctor, una personalidad vivaz y simpática, quizás no sea una prioridad. Sin embargo, es recomendable mantenerse alejado de alguien que es habitualmente frío y condescendiente, o que no te recuerda de una consulta a la siguiente.
Y cuando se trate del doctor de tu hijo, presta atención en como él o ella interactúa con el pequeño. Una visita al doctor puede ser una experiencia atemorizante y un pediatra o doctor familiar comprensivo, se tomará el tiempo necesario para que tu pequeño se sienta cómodo.
Busca a un doctor que se baje al nivel de tu hijo para explicarle lo que está pasando y por qué, y que exprese una calidez y un interés genuinos. No importa que tanta experiencia y altamente recomendado sea el doctor de tu hijo, si éste hace caso omiso de los miedos de tu pequeño y pasa la mayor parte de la visita platicando contigo e ignorando a tu hijo, considera encontrar a alguien más.
2. No escucha, es indiferente
Incluso el doctor más experimentado y altamente capacitado necesita escuchar a sus pacientes y estar abierto a sus comentarios y preocupaciones.
La mayoría de los doctores están extremadamente ocupados, pero aun así un buen doctor se tomará el tiempo para contestar todas tus preguntas. Si te hace sentir que tus preocupaciones o preguntas son tontas o inadecuadas, es una mala señal.
Como paciente, tienes el derecho de esperar que tanto el doctor como el personal de su consultorio, —desde la recepcionista hasta la enfermera— sean amables y capaces de responder a todas tus dudas. El doctor o un empleado de su consultorio, debe responder tus llamadas telefónicas lo más pronto posible.
3. Falta de conocimiento
Considera cambiar de doctor si no parece estar al día en cuanto a la literatura médica más reciente ni está al tanto de los nuevos adelantos médicos u otra información de salud. Parte de su trabajo es educar a los pacientes acerca de su salud. Esto significa explicar los resultados de exámenes médicos, mantener a los pacientes informados de los medicamentos prescritos, y proveer consejos sobre nutrición y otros temas de salud.
No esperes que tu doctor esté dispuesto a responder a todas tus preguntas o diagnostique cada problema en el mismo momento. Pero es razonable esperar que tu médico encuentre las respuestas y te las explique después.
Es mejor que busques otro médico, si detectas un patrón de errores de parte de tu doctor o su personal. Por ejemplo, si el médico te pide que te hagas un examen o análisis incorrecto o bien, parece que su secretaria nunca le pasa tus recados. Todos cometemos errores, por supuesto, pero descuidos constantes o de rutina pueden indicar que tu doctor hace también errores garrafales.
4. Malas recomendaciones
Un mal doctor es probable que tenga una reputación empañada. Puede que necesites hacer algo de investigación para asegurarte de que un doctor es aceptablemente bueno.
Comienza por conversar con el doctor familiar en el que confías, así como con amigos, parientes y compañeros de trabajo que puedan conocer al doctor. Revisa sitios en Internet que proporcionen también evaluaciones de los médicos.
Pero por supuesto, después de hablar con el doctor, serás tú quien tendrá la última palabra. El investigar a tu doctor te ayudará porque así puedes estar segura que has confiado el cuidado de tu familia en la persona correcta.
5. Siempre exige más exámenes y procedimientos
Un doctor debe recomendar exámenes y procedimientos adicionales si se justifican, por supuesto, pero sé cautelosa si esto pasa muy seguido.
Si no estás muy segura de que determinado procedimiento es necesario, es recomendable que pidas una segunda opinión. Si tu doctor se opone, considéralo como una señal de alerta.
6. No respeta tu tiempo
¿Qué tanto debes esperar en el consultorio del doctor? Una espera de 20 minutos es razonable; más de una hora no lo es.
“Ten presente que seguramente habrá emergencias, pero si por lo general, esperas una hora o más para ver a tu doctor, yo buscaría uno nuevo”.
Si decides formar parte de un nuevo centro médico, sería mejor llamar a la oficina varias veces para ver cuánto tienes que esperar antes de que respondan a tus preguntas.
Consejo: Para evitar largas esperas, planea tus citas temprano por la mañana. Si puedes, evita programar las revisiones médicas de rutina en el invierno, durante la temporada alta de los resfriados y la gripe.
7. Credenciales y afiliaciones inconsistentes
Evita los doctores que no tienen una afiliación con un hospital o que están afiliados a uno que tenga malas evaluaciones.
Un buen parámetro es si el médico pertenece a la Asociación Costarricense de Pediatría.