La falta de conocimiento de algunos problemas de los cuales se ocupa el profesional en terapia del lenguaje puede hacer que pospongamos la visita al servicio. Los padres pueden pensar que estos hechos son normales en algunos casos y en otros, en cambio, tomarlos como una falta de maduración y desarrollo. En cualquier situación, es el profesional quién deberá evaluar el caso y dar su consejo.
Es importante que los padres y maestros deriven o consulten precozmente, y no cuando ya es tarde para tomar ciertas medidas. Es necesario que los médicos como pediatras, otorrinolaringólogos, neurólogos, odontólogos, psicólogos entre otros, realicen una interconsulta cuando lo consideren necesario.
¿Qué es la terapia del lenguaje?
La Terapia del Lenguaje es la ciencia que estudia la comunicación humana y sus dificultades o alteraciones en diversas áreas como la voz, el habla y el lenguaje. Algunos problemas de la voz son las disfonías, alteraciones en las cuerdas vocales, entre otros. Con respecto al habla, el terapeuta del lenguaje puede abordar la tartamudez, el habla excesivamente lenta (bradilalia) o por el contrario, la que es excesivamente rápida (taquilalia). Con forme al lenguaje, atiende la dificultad en la comprensión y elocución del lenguaje que puede afectar o no el aprendizaje.
Además, el terapeuta del lenguaje realiza terapia miofuncional, la cual se concentra en la utilización de procedimientos y técnicas que propician la corrección del desequilibrio muscular orofacial y que facilitan los patrones adecuados y funcionales para la deglución y la masticación.
Algunos hábitos inadecuados que pueden pasar desapercibidos y es importante prestarles atención ya que pueden causar dificultades a largo plazo son los siguientes: succión de pulgar u otros dedos, succión de labio, uso prolongado de chupón o chupeta, succión de la lengua, respiración bucal, entre otros.
En cuanto a la alimentación, puede suceder que el niño se canse al comer porque se le dificulta masticar o no cuenta con la fuerza necesaria en los músculos que aquí intervienen. La falta de una adecuada masticación y el mal ingreso de aire no sólo traen trastornos digestivos, sino que además pueden quitarle el apetito y hacer que el gusto y el olfato se alteren por el intercambio de aire permanente por la boca. Por último, la correcta pronunciación se puede alterar y resultar en dificultades de articulación.
Bach. Katherine Brenes Sandoval
Terapista de Lenguaje.
Centro Pediátrico Kidoz.